Muchas veces he compartido mis preocupaciones sobre los proyectos con otras personas. Podía contarles que no tenía ideas para un artículo o que me resultaba difícil hacer algo. Cuando terminaba de hablar, notaba que me inundaba la inspiración.
Leí un
estudio científico que decía que hablar sobre los sentimientos debilita el estrés y las emociones negativas. Los científicos escanearon el cerebro de personas que miraban fotos de rostros asustados. Resultó que en ese momento, la amígdala, que envía una señal de alarma al cuerpo, estaba activa.
Curiosamente, cuando los participantes del estudio describían las fotos que veían, la actividad de la amígdala disminuía. Al mismo tiempo, aumentaba la actividad en otra parte del cerebro responsable del procesamiento de las emociones. Todo esto significa que hablar sobre proyectos grandes puede motivarte a comenzar a trabajar.
Si no solo compartes tus pensamientos con los demás, sino que también hablas con amigos o mentores que entienden tu tarea, podrás aprender algo nuevo.