Cómo motivarse para trabajar cuando no tienes ganas de hacer nada: consejos de la desarrolladora Kate Matsudaira

Hablamos sobre el framework para crear y diseñar sistemas front-end que los maquetadores suelen utilizar con frecuencia.
Estás leyendo una versión actualizada y mejorada de nuestro antiguo artículo.
Divide la tarea grande en etapas más pequeñas
Solía tener dificultades en el trabajo con proyectos grandes: me asustaba el alcance de las tareas y procrastinaba. Esto continuó hasta que quedaba muy poco tiempo antes de la fecha límite. Luego tenía que ponerme al día, lo cual me preocupaba, y al final el trabajo no salía tan bien como podría haber sido si lo hubiera comenzado antes.

Un día me di cuenta de que el trabajo se volvía más fácil si dividía el proyecto en etapas más pequeñas. Cada una de ellas es una tarea pequeña como "buscar algo en Google" o "hablar con tal persona". Es importante que el trabajo sea fácil de hacer y que tome poco tiempo.

Tachar las tareas de la lista de pendientes da al cerebro una dosis de dopamina, incluso si las tareas son pequeñas. La sensación de una pequeña victoria motiva y minimiza las excusas por la inactividad ante uno mismo.
Pon las tareas en el calendario
Planificar las tareas en el calendario ayudará a avanzar desde un punto muerto. Trata la tarea programada con la misma responsabilidad que cualquier otra cita. Esto significa que debes estar presente y trabajar en el proyecto a la hora acordada. Recomiendo asignar de 30 minutos a una hora para cada tarea.

Si no te pones manos a la obra a la hora programada, configura un temporizador de 10 minutos. Comienza a hacer algo antes de que se acabe el tiempo: busca algo en Google, prepara tu proyecto para trabajar, envía un correo electrónico o revisa documentos.

El cerebro se activa casi siempre cuando realizas una o dos tareas pequeñas. Tan pronto como suene el temporizador, simplemente apágalo y continúa trabajando en el proyecto, porque te habrás metido en él.
Pero si aún así no te involucras en el trabajo, descansa y repite el método del temporizador un poco más tarde. Solo no olvides agregar este intervalo de 10 minutos al calendario.
Haz una promesa a otra persona para completar el proyecto
Me di cuenta de que si alguien confía en mis palabras, mi motivación para cumplirlas aumenta.

Una comunidad de aprendizaje y desarrollo estadounidense realizó una investigación sobre este tema. Resultó que si una persona promete a otra completar una tarea, en el 65% de los casos eso sucederá. El porcentaje aumenta al 95% si estas personas acuerdan reunirse.

Hay algunas formas más de comunicar tu proyecto para que luego quieras completarlo:
  • Establece plazos con tu gerente y programa revisiones regulares del estado de la tarea.
  • Pide ayuda a tus colegas con una parte del proyecto. Si te ayudan a reducir la carga de trabajo, será más fácil para ti completar otras partes del proyecto.
  • Programa una reunión recurrente con un colega para trabajar juntos. Por ejemplo, si ambos tienen la tarea de ejecutar un conjunto de pruebas tediosas, establece un tiempo para sentarte juntos y escribirlas.
Delegar el trabajo puede ser especialmente útil cuando las tareas son inimaginablemente grandes. De esta manera, te enfocarás en lo que te resulta más comprensible.
Habla sobre las tareas
Muchas veces he compartido mis preocupaciones sobre los proyectos con otras personas. Podía contarles que no tenía ideas para un artículo o que me resultaba difícil hacer algo. Cuando terminaba de hablar, notaba que me inundaba la inspiración.

Leí un estudio científico que decía que hablar sobre los sentimientos debilita el estrés y las emociones negativas. Los científicos escanearon el cerebro de personas que miraban fotos de rostros asustados. Resultó que en ese momento, la amígdala, que envía una señal de alarma al cuerpo, estaba activa.

Curiosamente, cuando los participantes del estudio describían las fotos que veían, la actividad de la amígdala disminuía. Al mismo tiempo, aumentaba la actividad en otra parte del cerebro responsable del procesamiento de las emociones. Todo esto significa que hablar sobre proyectos grandes puede motivarte a comenzar a trabajar.

Si no solo compartes tus pensamientos con los demás, sino que también hablas con amigos o mentores que entienden tu tarea, podrás aprender algo nuevo.
Toma descansos
Los descansos nos ayudan a generar nuevas ideas. Si durante el día de trabajo nos distraemos con algo que nos gusta además del trabajo, obtenemos una dosis de dopamina. Al mismo tiempo, se activan las partes del cerebro que nos ayudan a establecer conexiones entre diferentes situaciones y verlas con una nueva perspectiva.
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