La búsqueda recursiva es una operación bastante lenta que también carga la red y los propios servidores DNS. Para eliminar la recursividad, cada servidor DNS
almacena en caché la información de los registros que recibe para una entrega rápida de esta información al usuario.
Como se puede ver, la búsqueda recursiva implica encontrar una respuesta final a nuestra solicitud buscando registros en todos los servidores DNS necesarios, comenzando desde el dominio raíz. En contraste, también existe una consulta iterativa, que a diferencia de la recursiva, realiza solo una iteración, que es una solicitud al servidor DNS más cercano del que podemos obtener una respuesta en caché o los datos de la zona de responsabilidad de ese servidor. Es importante tener en cuenta que una consulta iterativa implica solo una solicitud.
La mayoría de los servidores DNS en Internet pueden enviar solicitudes recursivas, ya que esto permite almacenar en caché la respuesta, lo que reduce la carga tanto en el servidor como en otros servidores DNS. El tiempo durante el cual el servidor DNS almacena en caché la información se especifica en el registro de recursos DNS que se discutirá a continuación.